viernes, 18 de diciembre de 2009

La vida desde la Wicca

Muchas veces la vida nos pone muchas situaciones que debemos enfrentar con valor, decisión y valentía. La Wicca nos enseña que siempre debemos confiar en nuestras habilidades. Muchas veces los problemas que tenemos en la vida son por simples más entendidos. Sin duda alguna, la wicca nos enseña el diálogo como la forma predilecta para llegar al muto entendimiento.
Ser brujo significa mucho más que el siempre hecho de hacer “adivinaciones” o trabajos mágicos. Ser brujo es sin duda, una gran responsabilidad, ya que como sacerdotes debemos ser prudentes y no cometer errores de malas interpretaciones ya que esto puede tener consecuencias nefastas. ¿cuántas parejas o matrimonios no se han separado por malas interpretaciones de “brujos y brujas”? ¿cuántos “amarres” se realizan para encadenar a las personas?
Sin duda el verdadero Amor es algo que es muy difícil encontrarlo y cuya Mágia trasciende todas las fronteras y poderes. Entonces ¿Por qué separarnos del verdadero amor sólo por falsas interpretaciones?
La brujería nos enseña a encontrarnos con nosotros mismos, con nuestro ser interior, pero muchas veces el que actúa es el Ego, el falso yo, el que de alguna u otra manera es egoísta, irreflexivo y lleno de miedos y temores. Tal vez suene a broma pero como dijo bien el maestro Joda de Star Wars “El miedo es el camino hacia el lado oscuro”. Muchas veces nos creamos conceptos en nuestra mente, prejuzgamos e incluso cometemos actos de manera impulsiva que luego nos arrepentimos por no meditar las cosas.
Las leyes de la Wicca nos lo dicen: 2Hacer tu voluntad será el todo de la ley”, pero al voluntad del yo sabio, del yo iluminado, del mental cósmico, no de nuestro ego mundano. La mente nos domina, nos controla, pero ¿en realidad somos la 2mente” que tenemos? En realidad somos un todo con la Naturaleza.
No hay duda que las preocupaciones de la vida, el estrés, el cansancio, el diario batallar, la angustia, la desesperanza, la pobreza, etc. Nos marcan un duro sendero donde las enseñanzas profundas de las religiones se quedan cortas ya que no las aplicamos. Precisamente es ahí donde entra el Brujo(a). el verdadero Brujo no es el que “tiene habilidades” solamente, es el que entiende el diario acontecer de la vida, el karma, sus consecuencias y trasfondos.
La antigua Religión es una senda de vida más que todo y primero que todo. Si no entendemos este punto lo único que somos es ser “supersticiosos”, esclavos de rituales y de cosas que si bien son buenos cuándos e realizan adecuadamente por lo general son practicados sin un debido examen de nuestro interior.
EL Yule, la celebración de la “Navidad Pagana” es sin duda el nacimiento de nuestra conciencia, de esa parte que nos dice “no estás solo”, porque siempre pensamos en la soledad, en el miedo y en tantas cosas que nos evitan ver la suprema realidad, que somos parte de un todo, de la Naturaleza y que la divinidad está en nuestro interior y no fuera.