Ne general podemos decir que cada día de la semana está dedicado a un planeta y asociado a un color. Por ejemplo: lunes a la luna, color verde, plateado, blanco. Martes a Marte, color rojo, Miércoles a mercurio, color gris y café, Jueves a Júpiter, color azul, viernes a Venus, color amarillo, sábado a Saturno, color negro. Domingo al sol, color dorado, cosas doradas.
Saturno está relacionado con el karma y la ley, por lo tanto muchos brujos usan ese color como símbolo de maestros de la ley, es decir; estudiosos de la misma e investigadores de su misterio.
La rede y su interpretación como preámbulo a la Práctica de la Magia.
Ya hemos visto la reglas de la Magia, sin embargo también es importante ver la rede y cómo se vincula con la práctica religiosa, Mágica y diaria.
El primero de los versos nos dice:
“Seguir las leyes de Wicca debemos, en perfecto Amor y perfecta Confianza. Vivir y dejar vivir, justamente dar y recibir.”
El perfecto Amor y la Perfecta confianza se alcanzan cuando entramos en contacto con nuestro ser divino, es decir cuando hacemos al voluntad de ese ser, que es la comunión con la Naturaleza, saber que somos parte de un todo único. Tiene mucho que ver con la meditación por que la confianza perfecta se alcanza fuera de los deseos mundanos, siendo presentes en el presente no soñando con futuros inexistentes, si no en realidades que van tejiendo nuestra vida. El perfecto Amor también se alcanza con la meditación, ya que está libre del egoísmo, es decir, es perfecta compasión, comprensión, es pureza y nobleza de sentimientos. Cuando entramos al círculo se dice “entro en perfecto Amor y perfecta Confianza”, es decir se nos exige entrar estudiados, meditados, consientes, libres del egoísmo mundano, es tonto entrar al círculo y celebrar en él rituales mundanos y trabajos para conseguir cosas mundanas como son los dados a los placeres y el gozo desordenado, mundano. Ahí radica una de las esencias de la senda de la Brujería, si no se medita, si no se es disciplinado no se honra a los Dioses es más, ni siquiera se manifiestan en nuestra vida, así que sería perder el tiempo, pues no tendríamos la habilidad de ser Brujos, seríamos engañados por nuestro propio ego haciendo rituales y gestos graciosos pero carentes de valor alguno. En efecto, si desea hacer Magia debes Amar profundamente con Amor verdadero.
Vivir y dejar vivir. Esto nos dice que no podemos y no tenemos derecho de juzgar y meternos en la vida de los demás. Por lo tanto los famosos “amarres”, hechizos para conseguir el amor de alguien y de más tonterías, están prohibidos en la Brujería. Aunque nos guste una persona o cosa, no podemos entregarnos a su consigna y a forzar su obtención. Nuestra misión es la evolución espiritual, el crecimiento espiritual; no se puede estar apegado a los bienes y placeres mundanos ya que no son nuestra vida son herramientas nada más, son cosas que se disfrutan en justa medida.
Justamente dar y recibir. No podemos despreciarnos y odiarnos, porque en nosotros está la Divinidad encarnada pero tampoco despreciar a los demás, porque en ellos también radica la Naturaleza y la Divinidad. Este equilibrio en la Brujería es de los más difíciles, ¿cómo querer a los demás sin menos preciarme yo, y cómo quererme yo sin despreciar a los demás? Despegándose de o mundano, de lo que no nos sirve, del egoísmo y los placeres desordenados. Cuando nos encadenamos a algo nos volvemos egoístas y entonces menospreciamos a los demás, así somos de tontos “yo sé yo estudio mucho, yo tengo autoridad”, lo cual es mentira, ninguna verdad o conocimiento es total, siempre estamos evolucionando y aprendiendo, el verdadero Maestro es el que sabe que siempre se es aprendiz, que no se sabe nada. La sabiduría es el conocimiento progresivo de nuestra ignorancia. Los sacerdotes de la Brujería nos enseñan a disfrutar las cosas sencillas de la vida, el campo las flores, la amistad, etc. Más que las simples cosas materiales y la acumulación de las mismas o el desorden de vivir en los placeres y desenfrenos. En el mundo de los autodidactas muchos pensamos que al leer algunos libros y tener las herramientas nos hace aptos para iniciarnos y ser sacerdotes. Ahí es donde repelan las tradiciones iniciáticas. Está claro pues que el conocimiento de la Brujería no es para todo mundo, aunque la senda no discrimina a nadie la misma senda nos va moldeando a golpe de hacha cuando es bien llevada. Siendo así, ser Brujo es un titulo que no deberíamos usar tan a la ligera, la palabra Maestro viene de Mago, de Brujo, del Wicca.
El siguiente verso de la rede nos dice: “Tres veces el círculo has de trazar, para así a los espíritus malignos echar. Con cada frase que has de castear, el final del hechizo debe rimar.”
El círculo se traza con vibraciones, con el agua sal, con el humo del incienso. Es decir los 5 elementos, Tu espíritu, el agua y la Tierra, el fuego y el Aire. El número 3 nos dice el proceso del tiempo, nacimiento, madurez y vejez )O(. El simple trazado del cirulo se convierte pues en una meditación profunda en movimiento. Una divinidad se comunica con la Naturaleza, entonces los seres y espíritus y Dioses menores van a ver lo que pasa en ese lugar sin tiempo y espacio. Muchos de estos seres son muy listos y sabios y ponen a prueba al Brujo que hace su círculo, por eso siempre debe ayuntar a las vibraciones malignas más que de los espíritus malignos debe desterrar los malos sentimientos de su corazón ya que eso es lo que realmente aleja lo dañino. Los seres se te acercarán sólo cuando vean la pureza de tu corazón. Así es, cuando celebras en el circulo tú eres parte integral de la celebración por eso la adoración en Brujería no es el concepto tradicional de adoración de la mayoría de religiones. Por ejemplo se dice que en la Brujería se adora a la tierra es más bien una correspondencia bilateral, la Naturaleza Ama al Brujo/a y este/a ama a la Naturaleza no es tanto una adoración, porque para la Naturaleza cada Brujo/a es una manifestación de la Divinidad o sea habita una Diosa o un Dios ahí, y para el Brujo/a la Naturaleza es la manifestación de lo Divino, es decir; en ella habitan los Dioses. ¿Cómo puede una Brujo “adorar” a la Naturaleza o la Naturaleza “adorar” al Brujo? Simplemente no se puede, ambos son la misma cosa, es Amor lo que se profesan unos y otros. Prueba de ello es que si los Dioses manifestados (o sea las personas) no cuidan la Naturaleza esta morirá, y si la Naturaleza no cuida a los Dioses manifestados estos morirán, este es uno de los misterios de la Brujería. La parte de rimar nos habla de la creatividad, la inteligencia, debemos hacer Magia con los medios disponibles no podemos convertir la Magia en un conjunto de recetas ya que la Magia no procede de las cosas que se emplean en ella, si no del Brujo. Es decir, La Magia está en ti, no en los objetos. Al rimar significa que la Magia en sí misma es una celebración, un gusto, una forma de honrar la divinidad vuestra. En efecto, la Magia no es cuestión de fe o creer, es cuestión de saber y entender. De entender que somos una cosa misma con la Naturaleza y de entender que somos lo Divino. ¿Si en ti vive la Diosa o el Dios, en quién tendrás fe, o en qué cosa? ¿Si la Naturaleza y tú son la misma cosa, no es Natural que puedas conducir las vibraciones? En efecto, la Magia es lo más Natural del mundo, no tiene nada de paranormal o sobre natural, es más; es mucho más compleja la oración, porque ahí se pone creencia en entidades desconocidas y “poderosas”.
El tercer verso de la Rede nos dice: “De toque gentil y suave mirar, es mejor poco hablar y mucho escuchar y cuando a los antiguos has de invocar, que la luz y el amor te vuelvan a guiar.”
Lo gentil y el suave mirar es expresar nuestros sentimientos pura y limpiamente, no volcados al mal, al egoísmo o a la destrucción. Por ejemplo, un Brujo que no conoce su lado femenino no será en realidad un Brujo, será un machista reprimido. En efecto, a ternura es una de las cualidades para la Brujería.
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